Migrantes:
A pesar de que la historia de las emigraciones coincida en buena parte con la historia del ser humano, la movilidad humana es un signo de nuestra era: es verdad que en la gran mayoría de los casos es la directa consecuencia de graves situaciones sociales en los países de partida y que requiere la resolución de numerosas cuestiones sociales o religiosas en los de llegada; pero es, a veces, el mal menor, y abre horizontes y perspectivas nuevas, genera desarrollo, aumenta la diversidad cultural, conlleva un rejuvenecimiento de la población en algunos países y alivia la superpoblación en otros.Según las estadísticas de la Organización Internacional de las Migraciones, en el mundo hay actualmente alrededor de 192 millones de personas que viven afuera de su lugar de nacimiento, el 3% de la población mundial. El trabajo de la Iglesia en ese ámbito, consiste entonces en hacer que la sociedad de llegada no considere los migrantes como meros medios de producción, sino seres humanos enriquecidos por la dignidad de los hijos de Dios y sujetos de derechos inalienables.
Esta Pastoral intenta ocupar dentro de la Iglesia un área de contención especial a las personas migrantes y a su familia. Desde hace años lleva a cabo su labor sosteniendo espiritual, anímica e incluso económicamente a aquellos que ven su terruño desde la distancia.
Para nosotros es un gusto, darles la bienvenida a este espacio, que busca mantenernos informados sobre temas que interesan, preocupan y ocupan a todos los que nos sentimos interrogados ante el sufrimiento de nuestros hermanos, especialmente los que estan lejos de su tierra, perseguidos, indocumentados y sumergidos en el vacío de la indiferencia.
1 comentario:
Muy Buena nota , con quien me puedo contactar para colaborar?
Gracias.
Saludos.
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